Esa mañana de diciembre

era una cálida mañana de diciembre...
Te fuiste sin decirme adiós,
ni siquiera me miraste y ni dijiste una palabra del porque lloraba.

sé que te lastime y puedo entender el porque de tu ida,
Pero no lo hice a propósito fui una inmadura,
Eramos muy jovenes para seguir juntos y seguimos diferentes caminos.

Hoy me arrepiento...
me ha dolido demasiado tu partida y no se si podré olvidarte.