EL SOPLO

Vuela sobre hojas blancas
y cada segundo se encoge.
Diseña el rastro de lluvia en
una ventana vieja,
respira el perfume del alba en
escritos moribundos
Toca las puertas y se impone
en los corazones,
navega entre flores y rosales
y líneas en el infinito
Galopa cuando se abren las nubes
y dejan colgado el eco en las
almohadas. Realza el susurro del
cielo y nadie lo toma enserio.
Marca la promesa del
amanecer, se queda volando
en el jardín del placer
es la Atalaya del paraíso y el
espejo sin límite.
Graba el arcoiris y se esconde
en la espesura de la aurora
Tiene preguntas cuya respuestas
me dan pena conocer.

Siomara Henriquez de Goldman ©

71618