Prolacia
Prolacos
Sangrando, generando, voy engendrando hijos con mis partos mentales.
En mi vientre «se prolacta un imberbe»...
Chupa de mi pezón, un bebe recién nacido.
Son las naciones y los mundos fantásticos que llenan con su liquido espermatico, y con espermatozoides, clavo un ovario y Prolacos, la ninfa, coagula con su vaginomelesis, su colón desmedido. Y en su imen— coadyuga al hipotálamo y en su génesis, arma la bola del testículo, y en cada embrión, hay un aborto espontáneo, porqué hago con mi orina, la belleza de la menstruación.
Pero los santos objetos, los coitos perfumados y los alelies, descreen de cada ojo Arabico, y llueve en gametologenesis, y la tralla ¿y el ladrón del trueno? Y los asesinatos y los trios campestres... Hacia el prepucio banal del erótico hombre. Mi hoja de infinitamente color, es el cuadrante sexagesimo del número cuántico, más la triogenica casa de Nostradamus y los desgarros anales de Osiris y mi prolactina...
No obstante; pedicelo, tu rama arterial brota hacia mi cubito menor y radial. O la alogenesis, cultiva en mi enfermo tripoide tu casa oval, aunque cada oreja de León se hace con mochilas de orangután y tu mente es periódica como mi infección bacteriana en mis ovarios y mis chorros de vino ardiente...