De noche

poema de San Brendano

Sensación.

Mirada contemplada,
atravesando los umbrales. / gotas de agua—azul, linfas de acero reforjado por azures cielos de botellas.
Anhelo prohibido devorando,
semblantes en silencio./ Cuál masa y progenie, deborada por parestecias en toda mi trifasica cara por hemodialisis.

Un cuenco desbordado,/ son Lunanoides, cuarzados por sagital branquia.
por lágrimas blancas.
Son rostros,
en instantes ajenos./ por tu nomenclatura,/ ante tu visión de vida, tu gozó espiritual, tu reinado Brillante.

Momentos entallados,
desangrando cicatrices abiertas./ Danza espada de la luz, moviendo tu sincronía esbelta. Raíz. Cuello y espaldas anterobraquiales.

Una mano aferrándose
A la vida, un alma,
consume sus heridas.
/ lleva en tu alma, mi corazón muerto.

Un latido nace mientras palpeo su corazón, esta a oscuras y aun así sonríe.
Siento como respira y espero verlo despertar, me han dicho tiene unos ojos hermosos./ Si ves en el mundo tu liquido, tu orgasmo, tu imen, tu raya.

Solamente estoy yo a medialuz, buscando encontrar pedazos de poesías eternas.
Mientras reescribo una pagina manchada.
Son espacios huecos entre mis muñecas, están desvestidas de emoción, y plasman con júbilo su sentencia./ células...

Rozagantes lienzos cubren una facción, marcadas por épocas exiliadas.
Quizás quedaron grabadas cuando comenzó a caminar.
Observar esos hilos tejiendo recuerdos,
me hacen darme cuenta, que su belleza no tendrá fin.,/ cuentos de extrañarte para siempre en mi baúl.

Un encuentro sin aviso me intriga, el lecho nupcial donde yace.
Cualquier atisbo de amor ha desaparecido,
solo apreciaría únicamente quedarse a solas.
/como probeta, como Ser, como bebe, como hija de la luz, nostalgia...

¿Cual es la razón de vivir? ¿Por qué mantienes tú, mi fe agonizante?,— Tus letras salvando vidas en un hospital de enfermos.

¿Amarías a un viejo roble como yo?— Siempre, amaré al árbol más antiguo del mundo...

¿Existe todavía algún indicio de locura?— Mis poesías son la loca acción de quién se aferra a la vida...

Esas veredas transitadas aun permanecen salpicadas por lluvia, / impulsadas por mi, hacía mucha infinidad de los ceros totales.
En mi juventud añore encontrarlas algún día vacías.
Me reciben con un candido abrazo al soñarlas, el arco iris resplandece en sus aguas./ sólo yo, en los sueños...

¿La luz que obsequian esas cuencas, se refugiarían en mi pecho hasta morir?
/ Abrazaría a los muertos hasta que respiren de nuevo.
Aparta la vista infinita desarmándola en el sol,— nunca un adiós, siempre vuelvo.
y una voz, sencilla y dulce le habla.
Parece dejarle perplejo, / morir, renacer, volver a vivir.
ella a mi, aún, mucho más.
Su enseñanza es un respiro en una habitación encerrada,/ inmortal,/ sueño/ ninfa/ yo, soy...
desea sanarle de tanta melancolía./ sane por dentro al escribir estos versos. / me hice inmortal...Dejó atrás mi pasado/ vuelvo a ser yo, Silvestre...

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

Que maravilloso manera tan tuya de escribir!!! Woo felicidades

Critica: 
Silvia

Un bellezón!!!

Critica: