Al maestro Ip Man

poema de San Brendano

Oh, la casa es un templo de oración
De cuclillas mirando las cuencas del rosario
Sólo soy un hombre Chino
En combate, la ligereza del oponente no se mide por su destreza sino por su habilidad e inteligencia.
Defender no es lo mismo que atacar
Y aprender teoría no es lo mismo que el objetivo
Si tú no aprendes de ti mismo. ¿De quién aprenderás?
Observa el camino
Los maestros de artes marciales
No sólo sonreimos
Hay un haiku en cada uno de nuestros renglones
Mente en paz
Es mente que práctica
Mente calma
Es mente que silencia los pensamientos ruidosos
Y no tiene que ver con la religión
Todos somos iguales ante Dios
Yo, nací aquí
Y tú, has de nacer en otro milenio
Dicen los sabios que el símbolo del cangrejo es de buen augurio
Quién nace bajó esa estrella tiene suerte y aprende a caminar aún inseguro.
Escucha
Luego, medita
Usa el oído
Los movimientos son precisos pero antes debes aprender a meditar
Tu peor enemigo eres tú mismo
Si no sabes como manejar tus ideas, ellas se rebelaran.
Sé sabio
El hombre listo aprende a oír
Y el necio habla de más
Saluda y sé beligerante
Ayuda y serás ayudado
El Hip Ching
No se mide por fuerza si no por voluntad
Y si sabes como calentar arroz
Sabrás que para alcanzar la sabiduría primero debes buscarte a ti mismo.
No temer
Porque el qué teme es porque no ha hallado a Dios, el que no sabe vivir es porque no ha hablado con Dios
No es menester gastar todo en riquezas, ¿de qué te servirá si no puedes ser feliz?
Sé un simple hombre o mujer de campo
Con delicadeza
Practicando artes marciales
Pero sabiendo que la fuerza está en la defensa del ser querido no en su ataque.
Y no lastimes a nadie.
Respeta y serás respetado.
En silencio, el maestro...
Descansa.