Jesucristo

Viniste a la tierra a salvarnos de quemarnos en la agonía eterna del infierno.
No es fácil ser digno de ser tu discípulo.
Pero eres amor eterno.
Eres capaz de transformar de manera completa una vida.
Gracias eternas por estar presente en mi vida cada vez que te necesito.
Amén, Padre mío.
Redentor de la humanidad.

Comenta & Vota