Poema II

poema de NIETZS

La belleza en la que uno cree
es un necesario capricho,
una pasión, un delirio
una solución ante el abismo.

La belleza en la que uno cree
es ofensa para otra creencia,
una puñalada, un cuestionamiento
para nuestra sólida morada.

La belleza en la que uno cree
es la vida toda,
su sentido, su espejismo
el arte que el alma forja.

Una sonrisa es una sonrisa
para el que cree en ella,
una mueca, para otros
un recuerdo para muchos.

Un beso es un beso
para quien lo saborea,
un castigo, una tortura
para el preso en la rutina.

La belleza en la que uno cree
es un tronco en aguas del averno,
una esperanza, un aseguro
ante la imposibilidad del mundo.

SEBASTIAN E. MINUET