oscuro

Realmente chato de tanta sandeces…
Realmente chato de ver la realidad desde el espejo…
Realmente chato de estas ganas de escribir de manera que me acerca a la muerte…
Hay ciertas tendencias que se acallan con la voz humana, más el quieto resoplido de tu recuerdo vuelve a encender llamaradas color ocres que ya no son tu recuerdo vivi-do…
Ya te he dejado atrás y corrompiste mis imperios hasta obtener la revolución que me destrona, que me destierra, que me descubre infame y mal intencionado. Infame y mal intencionado. Infame y orientado al daño merecido por ser mal evaluado…
Ya te he dejado atrás y no te quiero cerca…
Hoy es de esos días en que tu cabeza nunca salió del balde de tortura.
Mi señor torturador se ha olvidado de mí, de seguro en él se anidan preocupaciones mucho más reales de lo que para él soy.
No soy un payaso oscuro y diabólico, no, el uniforme espera colgado en el anverso de mi personalidad. A veces temo, a veces temo por mí, a veces temo por mis actos, a veces temo por mis actos pasados… y por mis actos venideros.
Heme aquí musitando palabras de redención que no se acercan a ser palabras de redención, muy por el contrario aplauden la revolución que me destrona. Agradezco la rebelión y solicito crueldad en su justicia.
Hay palabras que no deben ser escritas y emociones que nunca se han de vivenciar, y sueños que no se han de tener, y deseos que no se deben cumplir, pero ¿por qué todo debe acabar en mi?
La pasión se anida en el reflejo automatizado del instinto.
Sonidos crujientes de vasos vacios ¿de vasos vacios? Siempre el miedo nos lleva a las metáforas, siempre el miedo nos lleva a las metáforas, cual cobardes e ingenuos, cual cobardes e ingenuos sujetos aplastados por la templanza del que dice poseer la verdadera verdad, la verdad verdadera. Hay sonidos de cráneos al quebrarse, al descubrir la verdad, la verdadera verdad que espera, esa que es irrepetible, esa que sólo llega al alcanzar lo “por obtener”. La tristeza es fantasía, la felicidad es fantasía, el dolor es vehículo de conciencia y la paz es la trampa por la cual los hombres caen en la inanición, en el desamparo del abandono de sus sueños, que no son sus sueños, que no son el karma fantasioso y farandulero, son el camino antes ya pactado, son el acuerdo con el altísimo, son el verdadero destino no escrito, no pauteado… sí acordado.
Hay días oscuros y oscuridad en los días, más la luz del sol nos impide ver…
Cuento 14.263 veces desde la última vez que te vi…
Cuento una vez desde las 14.264 veces que veces transitaron en tu ausencia.
Heme aquí musitando palabras de redención frente a la ausencia del desamparo, del decrepito pasar del tiempo que todo lo daña. Y es que el tiempo todo lo daña, todo daña el daño del tiempo, inevitable sonrisa de ausencia de verdad.
La niña ha salido en el baile, que baile, que baile, que baile…
¿Qué baile la perra?
¡Qué baile la perra¡
Total ya está grande. Total ya ha demostrado que puede cometer sus propios errores. Total ya ha demostrado alcanzar la auto eficacia antes añorada, hoy odiada. Ya es la victima de sus actos y hay que dejarla bailar. Después de todo la danza es vida y la vida sin danza es la muerte y la danza de la muerte es macabra y de lo macabro debemos huir… Ya lo dijo el padre, y no el padre que trae vida, sino el padre que la acalla bajo el manto de poder entretejido por años de abusos, que años, que años, décadas de abusos congregados en el potito de la guagua con la cual fantasea entre salmos y palmos. Entre espasmos de las victimas de 1500 años de abusos que se depositan en la población, en sueños de niños que alcanzan logros de hombres, logros pre escritos que no son parte de su historia, que no reproducen el poder por ellos soñados, tan solo fortalecen el imperio del miedo construido por más de 1500 años de abusos. Mientras en oriente el miedo es otro, mientras en la india el miedo es otro, mientras en el desierto el miedo es otro, mientras en la cuidad el miedo es otro. Mientras el capitalismo se inscribe en instalar el miedo como moneda de cambio… no eres lo que compras y no eres el tiempo que pierdes en adquirirlo, eres la libertad de quién se atrevió a romper sus cadenas, eres el dolor hecho conciencia de quién libera sus cadenas y ve las heridas que la inacción ha dejado…
¡Qué baile la perra se ha dicho!
Soy quién controla el destino de éste, mi pueblo. Por lo menos hasta que la turba irrumpa en mis palacios, en mis cavernas, en mis monasterios destinados a venerar lo oscuro, lo diabólico, lo incandescente…
¡Qué baile la zorra¡
Quiero ver sus pechos agitarse al ritmo de mi placer, quiero ver su cuerpo caer de cansancio solo por satisfacer mi estúpido placer, solo por fortalecer el estúpido poder que la turba ignorante me vive entregando. Quiero inspirar miedo más allá del respeto que los lideres justos dicen buscar, poco me importan los sueños de la turba imbécil y poco arrogante, poco me importa el sentir de quién me lea, de quién me escuche, poco me importa la vergüenza de estar desnudo, poco me importa la verdad del que está con cadenas vivas de calor. Solo me importa el olor de las carnes quemadas del ignorante, mas tarde iré al mall y es mal visto comprar con olor a carne humana humeante en mis ropajes…

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Saludos. Interesante escrito.

Critica: 
JAIME REYES(JAIME REGAL)

interesantes letras hay en tu obra,es un gusto leerte, saludos poeta.

Critica: 
Lorena Rioseco Palacios

Mensajes de un exquisito encriptamiento, Felicidades Compatriota Sergio Contreras,abrazo fraterno.

Critica: