ÉL Y ELLA

ÉL
Aquella tarde
parecía que el tiempo se detenía,
no había sol que observara, ni testigos
sólo tu fragancia en medio del amor,
las miradas se encontraban una y otra vez
no hay relojes que midan aquel instante
en que tus besos se fundían con los míos.

ELLA

Aquella tarde
¡que dicha la mía! tenerte cerca viendo la dulzura
interminable de tus ojos,
y la inagotable ternura que me embriaga,
me embelesa, me cautiva,
solos tú y yo queriendo estar asi
abrazados, pegados
sin testigos, sin límites,
sólo los dos y el amor.

ÉL

...y si aquella tarde fuese eterna
tan extensa como el cielo mismo
tan plena como el más bello jardín
en la soledad de nuestros besos
y el roce de nuestros cuerpos, sin decir palabras
casi sintiendo el fluir de tu respiración.

ELLA

Si, eterna como el espacio,
la tarde llena de ilusiones
y de sueños cumplidos;
más bella que los jardines del Edén,
y nuestros silencios interrumpidos
sólo por mis caricias,
que simplemente provocan
tus más intensos gemidos,
que se pierden en los callados míos.

ÉL

El infinito se asomaba a la ventana
la oscuridad llegaba, y sólo tus caricias
la ternura de tu sencillez, dulce, suave,
enamorada, el corazón explotaba.
No hay miradas, el amor, observaba,
y el recuerdo imborrable de entrar en ti...

ELLA

Si de pronto tus ojos abiertos
son el amanecer, que poco a poco
comenzaban a cerrarse
como el dulce atardecer,
y mi corazón enamorado que vibraba
pegado a tu pecho, el cual con mis besos,
quise regar, y tú te dejabas querer
yo sólo intenté darte
lo que con el tiempo en mi alma,
anidaste...

ÉL

...Ahora ya llega la noche, el misterio del amor
el silencio de tu candor, la dulzura de tu mano,
la suavidad de las bellas flores de tu jardín
y el regocíjo de la pasión,
... y si me miras en el alma, desnudo ante ti
verías el recuerdo de aquella tarde.

ELLA

El anochecer nos atrapa y el tiempo se acaba
ya no hay misterio, sólo mi amor callado,
aún con pudor, con miedos extraños;
con mi rostro sonrojado, ocultándolo de ti,
y tu cuerpo desnudo delante de mi,
y el gozo del deseo...
Si ves mis ventanas abiertas
en un día lejano,
sabrás que mi amor fue verdadero,
no un simple deseo,
ni mucho menos un engaño,
porque mi amor
no quiere ser parte de un recuerdo
y no se lo doy a un extraño...