sentimiento de culpa

poema de rosa

Al clarear el alba,
arrogante, apareces
seductor, sugerente,
con grandes aires de grandeza,
sí, como el día que te conocí.
Vienes en busca de algo nuevo,
algo desconocido,
algo que llame la atención,
quisieras llevarme a otros lugares,
vestida de princesa,
viajar, viajar, viajar constantemente,
contigo, los dos solos
apurando el néctar de los últimos besos,
sin dudar diría que sí.
Mas, en orden desordenado:
los platos, tazas, vasos,
cubiertos, biberones…
Sobre la encimera de betas blanquecinas
remueven la conciencia
y hacen sentir la culpabilidad
de ser, antes que esposa, abuela.