El Valle de Las Sílfides y Los Péndulos
Caminaba tan solo un segundo de pupila a pupila,
como un velero llano que no destella entre la niebla.
El aire se detuvo en mi invisible conciencia, casi a tientas
como un presentimiento cardinal.
Allá a lo lejos veo las ruinas del sol,
los muertos giroscopios de la eternidad,
intento caminar de puntillas entre las diademas rotas
de la brisa invernal.
Descubro por fin una planicie donde se agitan las lenguas del fuego
sempiterno…
Las arenas movedizas del tiempo
que no nos han dejado escapar todos estos años.
Dices que no sabes qué es lo que quiero de ti
de tus latidos y de tus péndulos
(esos que se alejan sedientos de umbrías).
Ya no me enseñará el cielo una nueva lección,
ni tampoco oiré tu voz entre los helechos,
o tus pasos sobre mi pecho
digitando mis canículas de nostalgia.
En esta planicie se pierden con facilidad los recuerdos,
y los árboles no lloran
ni perseveran en la ausencia.
Dices que no sabes lo que quiero de ti
ni de qué clase de azul cruel es el cielo,
aquel que nos aminora continuamente
hacia la vestigial razón .
Yo te diré después de todo qué es lo que quiero,
(por si acaso antes muero)
en medio de estos perales
de truenos y arcas de desilusión.
ROGERVAN RUBATTINO ©
Comentarios & Opiniones
Que letras amigo Rogervan! Dejan una sensación de nostalgia pero con ganas de seguir leyendo. Todo un placer leerte!
Caballero, un deleite tan exquisita obra; quedando un sabor anhelo continuar en sus estrofas.
con sabor a más de ello. Guado tan selecta obra en mi baúl.
Reciba mi admiración y cordiales saludos
"Caminaba tan solo un segundo de pupila a pupila,
como un velero llano que no destella entre la niebla.
El aire se detuvo en mi invisible conciencia, casi a tientas
como un presentimiento cardinal"...
está genial!
Mis agradecimientos siempre afectuosos poetas, mis deseos a vuestra merced debida.