Pasos

poema de pvillaru

Unos pasos tristes me persiguen,
me buscan con sed de dios ausente,
con prisa de arcángel y amuletos repelentes
del tabú paranoico que adormecen mis demonios.
Tal es la sangre vertida en sus sacrificios,
tal es la piedra enroscada en su cuello,
embadurnada de inmemoriales óleos.
Unos pasos tristemente bellos
bailan en silencio sobre mis huellas
y se dejan respetar desde la piel
que envuelve el alma hasta del alma misma la médula,
unos pasos desconocidos rumbo al sol de todas mis siestas,
unos pies de arena, de reloj,
de tiempo y viento en consumida hoguera tribal,
un grito salvaje y nocturno
hacia las constelaciones de un vientre inconcluso,
me persiguen por la eternidad, me alcanzan,
me rozan y los dejo nuevamente atrás.
Son los pasos de una simiente inmensa,
concepción concebida para perpetuarse hasta acá,
son todas las vidas que ya no vivo
por ser la existencia que soy,
una voz hecha de voces
que me legan la herencia y la responsabilidad,
una profecía de la especie que no entiendo,
pero que debo continuar.