Presentimiento

Mi corazón un día tuvo un presentimiento
que aún hoy me sacude al igual que ayer
presintió la llegada de un amor tierno,
presagió que llegaría un tibio atardecer.

Fue tanta la emoción que aceleró su latido
en la nívea de sus años sintió rejuvenecer
trató de olvidar ese presentimiento
mas fue intento fallido, porque no pudo ser.

Y en la cúspide de ese sueño sonoro
vivió un instante de delicia y placer,
trepó al amor en vestimenta de oro,
mas al querer abrir la puerta, no pudo ser.

Se aferró a la esperanza, se cubrió de espera,
quería probar las mieles del ansiado querer
anhelaba la aventura, aunque esta doliera,
aunque fuera tormento, quería renacer.

Hoy, tú llegas a mi vida tal como lo soñara,
cumpliendo la profecía de aquel atardecer,
y ante aquella intuición que un día me asaltara,
te he hecho mi realidad, para que logre ser.

Adela Castillo