Autocrítica (y crítica a la negligencia)
poema de Pablo
Nos venía un ruido de afuera,
como de vida, de existencia.
Un ruido amargo, oxidado,
como a hierbabuena pisada,
a sal sosa.
Abrir la ventana significaría
dejar entrar aquel aliento mustio,
pálido hedor de muerte,
agria luz de bombillo oscuro.
Dentro tampoco estoy tan resguardado.
Hay aquí un ser humano gélido,
blanquecino, casi inerte,
sosteniendo sus ojos con telarañas,
en un soliloquio ya cansino:
yo.
Comentarios & Opiniones
Qué bien presentado y qué bien elaborado traes este soliloquio, este monólogo interior que abre las puertas de la conciencia y te hace protagonista de tu propio yo. Un abrazo!
Muy buenas y reflexivas tus letras,saludos un gusto pasar.
Melancólicas letras, introspectivas; las que expresa en vuestra obra.
"Nos venía un ruido de afuera,
como de vida, de existencia."...
Reciba mis cordiales saludos.