¡Hola y adiós!

Llegó, sin que lo llamáramos
se va, sin que lo echemos
pero de alguna manera…
aunque su vida, ha sido corta
todos, lo recordaremos.

A ninguno, nos ha tratado igual
mientras, unos lloraban...
otros, rieron...
y a cada uno nos dejó
una rosa con sus espinas,
y apenas, se haya marchado…
ya, será recuerdo.

Llenos de buenos propósitos
recibimos a su gemelo,
igual que él, llegará cargado
de tristezas y alegrías,
¿Quién será el afortunado?
¡No lo sabemos!.

Le pedimos tantas… cosas,
que igual olvida
los deseos buenos,
y como el tiempo, pasa rápido
pronto su vida acabará…
y en nuestras manos
nos volverá a dejar
una rosa con sus espinas,
y pasará el testigo
a otro gemelo.

Téura