La Sonrisa de Naty

poema de NUZ

Mi alma abraza un recuerdo
de un lúcido día por la mañana...
Yo llevaba un pantalón común
y una camisa de endrino color.

El aroma de aquella panadería
hipnotizaba mis sentidos,
pero nada como el hermoso gesto
que estaba por contemplar...

Fue como una visión divina,
fue como alcanzar el cielo
en un momento en particular;
fue como ver, a un ángel reír.

Toda aquella escena estaba llena
de viva magia y excelsa poesía,
no habían palabras que expresaran
el encantador poder de su sonrisa.

Era nívea su piel de princesa,
como los pétalos de aquella rosa
que florecía en el jardín luminoso
de mis sueños más preciosos.

Era lacio su cabello dorado,
semejante al mar donde anidan,
relucientes, mis astros más pulcros,
danzantes, entre caminos de ilusión.

Después de conocerle descubrí
que mi color preferido son,
sus dos ojitos marrones, que van,
batiendo mariposas en mi corazón.

Después de conocer su nombre,
supe como llamarla en mis sueños;
llegué a amar cada letra suya,
cual palabra, más sagrada de mi vivir...

Me encanta verla sonreír así
tan sublime como el mismo sol...
Puede el cielo ser magnífico con sus lujos,
pero nada igual, a la sonrisa de Naty.