A mí

A mí me hablo,
a mí dentro de unos años.
Te escribo a ti,
cuando haya olvidado este sentimiento,
esta emoción, mi verdad.

Sé quién eres porque me conozco
aunque quizás me desconozca entonces,
no se es quien uno es toda la vida,
lo sé porque he sido otros y ya no,
aunque algo nuestro perdura,
pero no sé cómo llamarle,
dile alma, esencia, ser,
me da igual,
yo le diré zapallo,
si zapallo,
al final el significado es lo que me interesa
el nombre solo lo utilizamos para comunicarnos con otro
y en el fondo tu eres yo,
aunque seas otro yo.

Hoy te diría no lo hagas
pero sé que no escucharas,
yo no lo haría,
tampoco quisiera impedirlo
en el fondo es lo que mejor hacemos,
pero cuida,
cuida tus pasos,
pisas tierras blandas,
no bailes tanto refalarás,
caerás y te hundirás.

No todas son iguales lo sé,
solo espero que sea la mejor,
aunque solo sé que terminara.
Todo lo que comienza tiene que tener un final,
no trates de alargarlo,
recuerda, a veces la lógica logra ser más preocupada
y bondadosa que el corazón
quien no escucha a nadie,
deja que él te gobierne
pero no lo dejes cabalgar solo.
Habrán días de distintos colores,
algunos tendrán muchos,
pero a la larga si quieren estar juntos solo la voluntad
y el respeto será importante,
atento a las señales cuando ya no estén,
la mesa empezará a tambalear
debes intentar quitarle la cojera en ese momento
sino luego cojeara de otra
y otra
hasta que la bonita mesa que hallas arreglado para año nuevo
terminara con los platos en el suelo
y el perro comiéndose el pavo
¿Recuerdas la última navidad?

Hazlo pero cuídate,
no quiere decir que uses condón,
no puedes proteger tu corazón por que debes exponerlo,
cuélgalo fuera de la piel como un amuleto digno de lucir,
pero atento a las señales.

La paradoja se encuentra en que la altura de tu vuelo
condice en el golpe de la caída
y solo espero para ti que esta sea la más fuerte
y dolorosa de todas.
Recuerda que te quiero
y que eres lo único que tengo.