A una idea

poema de Quiplato

Yo, que solo he leído
la sombra de la sombra
de tu inefable y afable
historia;
me atrevo a escribirte,
¡Oh griego de las formas!,
estos versos de sombra.

A ti:
griego del arquetipo,
griego del infinito,
griego de lo inmutable,
griego de lo eterno,
griego de lo perfecto,
griego de lo bello,
griego de lo justo.

A ti:
fantasma errabundo
que saliste de la caverna
para entrar en otra,
la de la muerte misteriosa.

¡Oh griego, griego humano!
con la cabeza perdida
en lo inhumano;
fuiste tú sin duda
el más humano de los humanos.

¡Oh griego!; tus palabras me embelesan;
todos participamos
y somos sombras
de tu contradictoria idea.