Allende

poema de Quiplato

Huye a tu soledad hermano;
no eres de este rebaño;
de nada sirve el autoengaño;
no perteneces a lo mundano.

No eres pez de esta pecera
y ella no es más que una idea;
la de carne y hueso
morirá como cualquiera.

Deja la hipocrecía
y de fingirte uno de ellos;
por un poco de simpatía
acabas preso.

Huye a la comarca de tu alma;
escucha tu bosque interno;
el río que discurre sereno;
la brisa silenciosa;
el pájaro que canta;
el rumor de la fauna...
Oh..., dulce armonía,
llamado al corazón;
sutil poesía
de fray Luis de León.

Allende los oficios;
allende la monotonía del ruido;
allende las fiestas y el desvarío;
allende las costumbres y los ritos;
allende la fama, el pobre y el rico;
allende la política y los partidos;
allende las leyendas y los mitos;
allende todo lo que está escrito...;
te espera el más preciado solaz,
el descanso anhelado de la paz.