ALTA MAGIA FARAÓNICA

El aprendiz recitó su papiro.
"El gentío parece un océano que acecha,
crecida del Nilo,
arena del Sahara.
¡Tomaría tu puesto, mago de arcano!
La masa puede convertirse en aluvión,
o diosa implacable,
que llevaría el ank, cetro y misterios,
para borrar tu nombre.
¿Qué haremos?"

Tranquilo, respondió la voz del secreto.
Nosotros somos los amos,
controlamos su apetito, manos y voluntad.
Necesitamos la muchedumbre,
trae las almas para el trabajo forzado,
es la paja de los ladrillos,
el granito en las pirámides.
Ella llena nuestra despensa,
y el placer de mi lecho.
Seamos indulgentes, gratificantes,
que no desaparezca la multitud,
no la tiremos al fuego, que sirva;
que aprenda la magia prohibida,
o la practique sin darse cuenta.
Sabrá cruzar el juicio de Osiris,
y elegida de Thot para volver de los muertos,
con lenguajes de todas las bestias.
Aquí la fórmula que aprenderá:
creer y obedecer eso es todo.
Luego, calentaremos sus instintos,
con borracheras y mucho sexo
para despertar sus instintos,
de león, toro y serpiente.
En nuestro poder será mansa oveja,
astuta y traicionera igual que una gata,
ladrona con hambre de rata,
ansiosa del matadero.
¡Cuidado, ella debe creer que todo esto es bueno!
Pieza de harén, ejército y hechicería,
¡Lista para mancharse las manos sin remordimiento!
Y podrá cruzar la senda de los muertos para volver.
Al abrir sus ojos será nuestra piara, por decisión.
Sus dioses la cobra, el león, ibis y cocodrilo.
¡Por toda la eternidad!
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