MI INGENUA ADOLESCENCIA

Cierro profundamente mis ojos y casi contemplo los suaves labios de mi primer amor, y siento que rozan sutil y enamoradamente sobre los míos; aquel primer beso, enamorado y loco que tu me diste, mientras yo, ensimismado, veía atónito tus rizas pestañas y tus ojos claros y coquetos.

Siento además, mis manos de adolescentes deslizarse sobre tu cuerpo angelical y respondo casi por instinto el beso que me diste, mientras que escucho tu suave voz que murmullante me promete ser ese el beso de un sello imborrable entre nosotros.

Cómo anhelo volver a mi ingenua adolescencia sin dejar de ser lo que soy, desear volver a jugar con un juguete que nunca tuve, conocer más allá del horizonte donde el sol se esconde cuando triste acariciaba el crepúsculo de mis tardes tristes; ¡oh!, cómo anhelo tener alas para ir más allá de mis pensamientos.

¡Ah!, qué ingenua adolescencia, cuando todo te confunde, cuando no se sabe si reir o llorar, si actuar o pensar,cuando no se distingue la ilusión de la traición, cuando se vive de sueños y se llora por nada. ¡Qué adolescencia!; tan sutil y vulnerable, como las fronteras del alba y el ocaso de la juventud.

Qué efímera adolescencia cuando no se piensa en morir, cuando la vida y los besos sólo son blancas espumas ondeando en los profundos mares y en las barricas de tus recuerdos turbios sufro, cuando el sol sólo representa calor y la luna melancolía.

"Ey", me remonté al tiempo. Dios mío, por un momento me sentí atrapado en los hilos de mi ingenua adolescencia, pero, qué importa, estoy llorando, recordé aquel pacto de amor sellado por un beso ingenuo,pero puro y limpio y rematado por un candente abrazo de mi primera novia y mi primer amor ingenuo.