La melodía de sus pasos graba mapas en tu piel

Pienso en los días que quedan tras de ti
Como en sonidos sordos, persistentes
Cubiertos de marcharse, disfrazados de olvido

Mientras compones tu canción
Soñada y alimentada de armonía
Experimentas, sin comprender como
Nuevos y tremebundos acordes incorrectos

Afinas las cuerdas de tus venas corriendo enajenado hacia el presente

Un día
Sonó desde la nada un sonido nuevo y único
Creado solo para ti
Tú lo oíste en calma y decidiste hacerte al viento
Tomaste tu semblanza y emprendiste rumbo incierto
Los amigos te despiden con pañuelos al pasar
Los amigos se lamentan, no te pudieron alcanzar

Muchedumbres de fantasmas deambulan peregrinos
Apuntan con dedos secos, recovecos del camino
Pretenden el regreso a través de tus secretos
Tú los besas uno a uno, liberando sus silencios

El murmullo de sus siglos angustiantes
Marcha lento e implacable tras de ti
El ritmo de sus lágrimas saladas
Guía tus pasos sin dejarte descansar

Avanzas

A cada zancada el camino se hace más inestable
Tambaleas
Piensas que cada desvío era el verdadero
No encuentras nada a que aferrarte, nada que te sostenga
Olvidas porque estas allí, quien eres
Comienzas a perder tu identidad y te integras al paisaje
Lo que parecía firme, es ahora un pantano sobre otro pantano
Los fantasmas del camino se alejan, no te ven
Comprendes que todos los desvíos eran el verdadero

Felicidades, has llegado a la meta.

Suena de fondo el ritmo sincopado del cosmos observándote con devoción.

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