Sombras en la memoria

Sombras en la memoria

No sé que a pasado con el tiempo que me a traído a sitios en donde las memorias reviven instantes tan reales que se sienten entre la piel y el corazón. Como si aún pudiera escuchar gritos, ecos de palabras que no se desprenden de la memoria, como si estuvieran troqueladas en el alma y olvidarlas fuera imposible.

No sé que tiene un momento cuando a pesar de los años sigue doliendo, cuando la sombra se escurre entre la luz y la tierra y se acerca a mis pasos para hacerme compañía en los momentos en que debería sonreír, incluso en sueños donde el cuerpo y la mente deberían descansar.

A pesar de esto, he sido padre, he olvidado mis temores para poder darte la luz de mi alma, para que crezcas grande y fuerte y no temas en lo absoluto.
He dejado para mí mis vacíos, mis carencias, mis miedos mis pensamientos y sobre todo mis recuerdos turbios que no mereces saber ni escuchar.
He dejado las ideas de parar y rendirme, de decirle a Dios que ya terminé y que estoy listo, que no encuentro que hacer o en que soy bueno… o porque estoy aquí.
He sido esposo, compañero, he sido algo que no pensaba que podría ser solo para ser mejor para ellas y luego para mí.

No sé porqué duele, porque aún a pesar de hablarles y sentirme cómodo al hacerlo, siento dolor, siento tristeza, vacíos, abandono y una decepción, a pesar de saber que ustedes sufrieron daño y quizás no sean conscientes de las sombras que dejaron plasmadas en la memoria tan densas como niebla y tan tuyas como la sangre que nos une.

Aun no entiendo quién soy, que propósito tiene mi vida en este plano, por ahora me conformo con sanar el linaje, limpiar el apellido y hacer a mi niña feliz en lo que pueda… mientras sigo luchando contra mis propios pensamientos, agregando colores a los recuerdos o simplemente creando nuevos para colocarlos sobre aquellos que carecen de tonos.

No puedo encontrar una razón para esto que siento… será locura, será miedo, será mi enfermedad o la medicina… o simplemente son las consecuencias de aquellas heridas que pensé haber perdonado y sanado pero que siguen ahí esperando por mi atención.

No pensé que seguiría llorando por esto, que sentir tuviera tal impacto en mis sueños, que ser diferente fuera un problema que me aleja del mundo…

Solo encuentro la paz en las flores, en lo azul y rojizo del cielo, en la distancia que se agranda ante mi y me regala momentos maravillosos en que suspiro y siento la vida, en la dulzura de los animales que no hablan pero sienten.

Si la brisa fuera dulce, el mar tendría sabor amargo, si la distancia fuera corta el espacio no existiría entre los astros, el vacío sería cosa de la imaginación mientras nosotros simplemente seríamos parte del mismo cuerpo y no de las sombras que pertenecen a las memorias.