ÉFIMERA ANGUSTIA (Audio relato)

Esta historia la escribí hace varios años, cuando mi hija era más pequeña y me pregunto: ¿Por qué hay guerras y la gente se mata? Ante tal pregunta, le hice participe en la narración de este relato, y juntos, pusimos texto y voz, a esta triste historia.
ÉFIMERA ANGUSTIA
(Audio Relato)
Hoy es día de contar una breve historia, no como las que narraba Heródoto, ni un cuento, como lo harían unos padres a sus hijos, junto con una sonrisa y un beso, antes de dormir. Tan sólo una breve historia, quizás verdadera, quizás imaginada, pero ciertamente narrada desde el alma, palabra a palabra.
Esta pequeña historia se remonta a los juveniles años de una actual anciana, que, desde sus trémulas manos, sujetando las mías, y mientras sus gastados labios me susurraron con esfuerzo, lo que a continuación, y lo más fielmente posible les voy a contar:
La pobreza de la guerra se respiraba en cada destrozado hogar, en cada abatida familia, en cada llanto silencioso de una madre desconsolada, por un marido desaparecido y la falta de un sustento merecido. Yo apenas tenía diez años, y era la pequeña de cuatro hermanos, que, por desgracia, y junto a mi padre, desaparecieron una fría mañana, al salir de caza, para que unas simples ratas sirviesen como manjar en nuestra derruida morada, y por ironías de la vida y engendros de nuestra raza, ellos, fueran las ratas por otros cazadas.
Recuerdo la perdida mirada de mi madre por la ventana del cristal roto, en silencio, como cuerpo sin alma, tan sólo erguido por la esperanza en su única hija.
Sin querer, tropecé con los restos de chatarra que había recogido por las calles y que por fortuna conocía muy bien, a pesar de lo poco que quedaba de ellas. El ruido hizo que mi madre se girase de golpe, mirándome fijamente, más por preocupación, que, por reproche.
Shhhhh, dijo en voz baja, no hagas ruido, los soldados pueden escucharte. Pero creo que tan devastada estaba la ciudad, que ni las ratas que mi padre cazaba, en ellas quisiesen vivir.
Una noche, mi madre me despertó de un sobresalto, tapándome la boca, para que ni el secreto de mi aliento se escuchara. Percibí unos pasos y si tengo que ser sincera, creí que era mi padre y mis hermanos, a los que tanto añoraba, pero jamás estuve tan equivocada. Un grito sonó como un trueno en mi pequeño cráneo.
AQUÍ HAY DOS MI CAPITÁN.
Noté la mano de mi madre temblando sobre mi boca, balbuceando un perdón que jamás llegaría, un llanto que todavía desgarra mi vieja alma por Dios abandonada.
Otra voz potente retumbó en la casa…
¡¡¡MATA A ESTAS ALIMAÑAS!!!
Y un ruido ensordecedor inundó la habitación.
La mano de mi madre se deslizó por mi cara, como la última caricia de una madre desconsolada.
Otro tiro sonó, y junto a él tan solo escuché…
YA NO QUEDA NADIE MI CAPITÁN.
No sé si fue por compasión, o por remordimiento, pero aquel soldado erró el disparo y si bien no me mató de un tiro, lo hizo con el resto de mis años.
Al igual que vosotros yo también me quedé sin palabras, sujetando la mano de aquella gastada anciana, y tan solo, de mí, una lagrima reposó en la que antes fue una trémula mano.
Me pareció que sus apenados ojos dibujaron una opaca sonrisa, y su último aliento se reunió con el final de esta conmovedora y triste historia.
Agradezco la colaboración de mi hija
TEXTO: METACRAK
VOZ: MI HIJA Y METACRAK.
Comentarios & Opiniones
Conmovedor relato de la anciana a su nieto,
con huella imborrable en su alma.
Bien hecho,
aquí mis aplausos para los dos,
por esa nota de audio.
Buen trabajo!!!!
Saludos Jesús Ángel. Gracias por tus amables palabras. Un cordial abrazo.
Me ha conmovido metacrak, y tan nítida, tan elocuente, tan vivamente narrada que es o parece real, estupenda voz, la niña maravillosa y la tuya a la cual ya nos tenes acostumbrados, un placer escucharlos, feliz día, saludos cordiales para ambos.
Muchísimas gracias por sus palabras, querida amiga Xio. Me alegra que le haya gustado. Realmente, a pesar de ser un relato triste, me lo pase muy bien compartiendo el momento con mi hija. Le remito un cálido abrazo.
Genial
Muchas gracias Sion. Recibe un cordial saludo y mi agradecimiento.
Emotivo relato. Aplausos y saludos cordiales
Agradezco profundamente su amable comentario, estimado amigo José Manuel. Me llena de alegría saber que ha sido de su agrado. Reciba un afectuoso abrazo con mis mejores deseos.
De impacto.
Desgarradora historia que conmueve al intelecto, con toda esa crudeza de lo vivencial. Me hace recordar todo el material fílmico que guardo de la segunda guerra mundial, donde lo atroz se revela en toda su magnitud
Felicitación para dos
Saludos, Miquer. Agradezco profundamente su atento comentario. Usted, con su conocimiento visual sobre WWII, habrá presenciado innumerables atrocidades. Reitero mi gratitud por escuchar mi relato y le envío un afectuoso abrazo.
Felicidades por esta obra tan inspiradora, tu talento para la escritura es evidente.
Saludos poeta.
Saludos, Karencita. Agradezco profundamente tu generosidad al valorar mis palabras. Tu reconocimiento da luz a mi camino y motiva mi pluma a seguir expresando emociones sinceras. Que las letras sigan siendo puente de conexión. Abrazo cordial.
Maravillosa obra Metacrak.
Te lo he comentado en ancestros.
Pero aún sigo emocionada por ese relato con la voz de tu hija y la tuya, contando esta triste historia,que por desgracia sucedió en la realidad.
Mil gracias por compartir.
Afable abrazo.
Muy agradecido, Esperanza. Me alegra que haya conectado contigo. Lamentablemente, es una realidad triste pero cierta. Recibe un cordial abrazo y mi sincera gratitud.
Comenta & Vota