En un suspiro

De otros males
palpar por la cornisa del cielo
el sueño de dios.
En el humo de algún salmo
a fuego de vela
quemar una estrella remota.

Silencio de carne y hueso
y me pregunto
porqué los cuervos
por el agujero del estrés;
y las venas años de colesterol
apuñalando;

después,
hígado en la mesa
de azúcar el páncreas
y los intestinos a la hora del menú;
sobresaltos de corazón antes de dormir
con el ala rota.

La cama abandona el cuerpo por instinto.
Exculpar el último latido
donde
el alma huye
a dos universos de distancia.

Hace mucho
mi onomástico
y los buenos días así.

Demasiados metros tiene este pensamiento.