El Añejado Cajón
En el cajón de algún recuerdo,
guardó el perfume de un invierno,
reposando en los sollozos y quebrantados sueños, de algún madrileño.
En aquél cajón, guardó, la inocencia y madurez precoz, la infantil cobardía, el temor a no sucumbir, y las brisas suaves
que adornaban el regalo sagrado de un querubín.
El cajón, tenía aspectos anticuados, tornado de colores ante la luz de un Sol sagrado, la calcomanía de un viaje imaginario, quizás navegando o recordando lo que guardan las noches de un diario.
Ese cajón, que ahora es azul grisáceo , con mangos plateados, pintaba las paredes de resplandor espectrado, jugando con algunas chinas o algunos quimbonbos ya morados. Y en la veleta del pasado, cuando por fin escapanban de sí los sueños, eran esos, los vuelos, con alas de ruiseñor, que aún guardados en el cajón, ahí perduraron sus miedos más ajados.
Busqué en lo profundo del mundo, dónde el hilo se encuentra sin aguja, dónde el botón no encuentra tela , ni la tela si quiera recuerda su piel. Ahí en ese cajón, la fantasía evolucionó y se dejó envejecer con gracia y poca lucidez, sin jamás olvidar el desdén de las memorias de su vida y mucho menos su mayor desamor.
Comentarios & Opiniones
Que bella manera de escribir, que descriptiva, precioso Maria, un abrazo sincero, lindo día
Gracias Xio. Lo escribí inspirada en esa mesa de noche que mi mamá tenía, llena de lo que ella consideraba sus mayores tesoros. Un abrazo inmenso, gracias por pasar