Las agujas que queman.

poema de Marce

No inhales esa humareda, no te detengas ahí,
cerca de tu celda, ya que te absorberá y caerás cerca de mí.
No encontrarás ni una gota de respiro.
¡Eso sí que es un desatino!

No hay escape, no se divisa una salida.
Mejor, quédate en tu guarida.
Hay salones con gusto a perfume, donde encontrarás tus alas perdidas.
Sin ellas, no podrás despegarte ni un segundo de esas flores, siempre aturdidas.

En esa escena con olor a muerte,
las agujas no me dejan verte.
Te quemas, y siento que esas agujas
estallan en un mar de burbujas.