Tremendo recitado de comienzo a fin.

Paséame por tu arte,
vagabundéame por tus letras.
Hazme volar hasta Marte,
y que mi espejo sea tu meta.

Retoñan las orquídeas con tus yemas,
sonríen con tu pluma las azucenas.
Perfuman tu alcoba las camelias,
mientras compones en mi un poema.

Baila el sol junto al horizonte,
no quiere que entre la anhelada noche.
Imagina que elaborarás un diamante,
al llegar justo la aromática medianoche,
y dos cuerpos se fusionen entre sábanas,
tersas y tempestuosas, blancas lienzos de seda.

Tremendo recitado de comienzo a fin,
mil suspiros me robaron tu declamación,
El sol se ha hecho un festín en Pekín;
en esta hidalga madrugada de clamor,
te oyó crear la más bella obra de amor.