SOBRE MI PIEL ( tus dedos )

Dibujada
de marrones y morados
está mi piel,
cuál plano
de un tesoro escondido.
Han sido
los pinceles tus dedos
estrujando mis gemidos.
Mi boca seca
te nombraba.
No podían
pero querían
llorar mis ojos
de delirio.
Marcaste
un plano en mí piel
que en tu cama
se retorcía.
Yo gozaba y te nombraba.
Yo gemía y te exigía.
Tú nombre
se me enredaba
con el alba
y tus dedos.
Con mí amor...
Y tu saliva.