UNA VEZ, ESTRENÉ EL MUNDO

UNA VEZ, ESTRENÉ EL MUNDO.

Todo era nuevo cuando te miraba,
secándote las manos,
colocándote el pelo, empeñada,
en ocultar tu hermosa frente.
Todo era nuevo,
como si estrenase el mundo,
juguete carísimo que había pedido,
a unos reyes fuera de lugar y tiempo.
Te miraba y tus ojos enviaban a los míos
cartas de amor y deseo.
Hoy el mundo ha envejecido conmigo.
Tú no estás y se ha quedado estático,
ha parado la luna y la noche ha desahuciado
a un montón de estrellas, por falta,
de aquella luz de tus ojos ardiendo
con los filamentos de alegría en los míos.
Me absorbe el otoño, me siento gris,
mi memoria tiende a oxidarse,
mis ojos, que tanto te decían,
te echan de menos y callan.
Hoy nada es nuevo, ni barato ni caro,
no hay ningún regalo,
incluso ironizando un poco...
si yo fuese tu regalo, me sentiría,
como un producto de marca blanca,
del súper que hay frente a mi casa,
erróneamente para ti, etiquetado.

mabel escribano
d.r.
imagen: google