SIN ESPERANZA

SIN ESPERANZA
Aunque ya no creo en la esperanza,
he ido a recoger,
las flores que planté o creí plantar,
en la tierra de mi vida.
Tal vez las hayan robado,
o no hayan crecido.
Nada espero, ya no espero nada.
Dejé de estar sentada
a la puerta de la puerta,
dejando que me hablase el viento.
Nunca toqué instrumento alguno,
aré la tierra con las azadas de mis hechos.
Aboné con amor los parterres
con la loca seguridad de que germinarían.
Tal vez no fue bastante, o quizás fue demasiado.
Nunca aprendí cómo se ama a medias,
posiblemente ahogué el amor
entre mis brazos,
ahora ya no sé si duermo con él
o con mi propio cadáver.
Ante la duda,
porque todo en mi hoy es duda,
he ido a recoger las flores
que sembré en la tierra de mi madurez.
Me paraliza el miedo.
Aún no abrí los ojos,
no quise mirar por si no encontraba
aquellas flores que creí cultivar
o tan sólo lo imaginé.
No quise mirar, sigo sin atreverme,
porque no tengo más tiempo,
para regalarle a la esperanza.
mabel escribano
d.r.
imagen: google