MI OTRA Y YO

MI OTRA Y YO

Soy quien soy,
me conozco.
Tras la puerta de mis ojos,
está el maquillaje de la máscara
que poco a poco me he creado.
Me desmaquillo en silencio,
contándome el día
como quien cuenta al hijo
la jornada en el despacho cotidiano.
Soy yo y otra,
la que camina poco a poco,
con el cuerpo usado,
la voz impostada por el oficio,
y el saludo clavado en la buena
educación de un mal colegio de pago.
La otra, varada en el tiempo,
no más de cuarenta años
encerrada en mi cerebro,
pensante y discrepante de casi todo.
Hoy soy un equilibrio,
en ocasiones emocionalmente desequilibrado,
pero cada vez menos.
A mí me importan algunas cosas,
a ella, casi ninguna.
Yo me conformo,
ella se rebela pegando golpes
contra la pared de mi mente.
Yo estoy cansada, ella no se cansa.
Nada importa,
apenas la dejo salir y si la dejo,
al llegar la noche me desmaquillo,
me lavo los dientes frente a ella,
mirándola con ironía cara a cara,
en el espejo.
Escupiendo espuma con olor a menta,
mientras la incito con preguntas...
¿A dónde irás con tu rebeldía?
¿ Sabes que año es ?
Y lo sabe, claro que lo sabe,
pero no se rinde...
Ella que soy yo,
quiere más de la vida,
aunque ignora, como yo misma,
si la vida sigue queriendo algo con ella.

mabel escribano
d.r.
imagen: mía.