LA HORA DE LA SIESTA

LA HORA DE LA SIESTA

A esta hora,
en que el silencio se instala como un mueble,
en las casas donde bostezan los ladrillos rojos,
junto a las falsas chimeneas.
El viento juega a pillar las hojas de un árbol,
caídas al suelo, enredadas a la tierra,
en un acto casi amoroso.
Los gatos se reúnen en la tapia decorada,
por el musgo verde, hijo de la humedad,
atusando sus bigotes, limpiando sus garras,
señalando a las gatas listas a prestarse al juego.
Es sábado,
la tarde tiene pereza.
Se atusan los imaginarios bigotes,
los rubios segundos y los morenos minutos,
retadores de una hora casi inexistente.
Duermen la siesta las plantas.
Los potos somnolientos,
caen de la maceta hacia el suelo,
mientras el jazmín contempla indiferente,
el bostezo de las cortinas blancas.
Es la hora sin nombre,
la de nadie,
la de hacer el amor o dormitar,
frente a una pantalla anodina.
Es mi hora perdida, divagando,
pensando en ti dulcemente.

mabel escribano
d.r.
imagen: google

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Buen escrito. Gran placer la lectura. Saludos Mabel.

Critica: 
Silvia

Ah! que precioso!besote.

Critica: 
Luna

Deliciosa siesta, no se si esto que estamos viviendo va a provocar cambios en las rutinas pero que no se toque la siesta! Abrazos.

Critica: