LA BOFETADA Y LA SOGA

LA BOFETADA Y LA SOGA
Sin guantes.
Una recibe la bofetada sin guantes,
los dedos se hunden en la carne,
el chasquido enerva los oídos,
ha sido fuerte,
retumba la cara,
toda la cabeza es un ¡Ay...!
Todos miran y callan,
el puede,
el manda,
es el amo de la criatura,
que no tiene defensa,
con las manos prietas,
apenas puños,
todo memoria.
Y todo pasa,
menos el dolor,
el golpe permanece.
Crecen las manos,
se hacen puños de rebeldía,
de rabia,
de recuerdo frente al "amo",
y aquellos que miraban
dejando hacer,
hablan de perdón y olvido,
porque no les duele,
lo que no recibieron.
Y un día se levanta el puño,
contra " el dictador " que de rodillas,
frente a los que miraron y hoy miran,
suplica.
Llora y moquea un perdón,
un olvido y otra oportunidad.
Pero tú sabes que miente,
que esperará tu espalda
y la indiferencia ajena,
para darte una última y fatal bofetada,
esta vez con guantes,
para no lastimarse las manos.
Y es en ese instante,
cuando das una patada a la silla,
y en su cuello, se tensa la soga.
mabel escribano
d.r.
imagen: google