GRITOS Y SILENCIO

GRITOS Y SILENCIO
Otra vez se ha caído,
de nuevo la torpeza
le ha amoratado el ojo.
En urgencias
le han pedido que denuncie
y no lo ha hecho.
Aún escucha sus gritos,
ésos que sólo ella oye.
Todavía le cuelga dolorido,
ese brazo que ya no abraza,
ni tiene fuerzas para evitar el golpe .
Mira el teléfono sin verlo,
mientras el reloj sigue marcando
minuto tras minuto la hora del castigo,
luego la abrazará con furia,
hasta llegar el momento del llanto,
de la súplica,
de la promesa incumplida.
Ella yacerá sobre el suelo del infierno,
con la garganta seca,
le dirá que aún le ama,
aunque le tenga miedo.
Ha muerto tantas veces,
a cada grito,
silencio a cucharadas,
frente al plato de la cena o la comida.
Sobresaltada por el sonido del teléfono,
¿Cómo ha de saber quién es?
¿Quien llama?
No le deja contestar y a él,no le responden.
Será un anuncio
-musita temblando-
Y la silla vuela,
y el plato,
y la comida,
y su cuerpo tropieza contra la encimera,
y allí está el cuchillo,
su mano ya no sirve para parar los golpes,
y no sabe cómo lo toma y lo clava.
No recuerda más, salvo que
levantó el teléfono y gritó
que bañado en rojo,
él la miraba en silencio.

mabel escribano
d.r.
imagen: Google

Comentarios & Opiniones

Lucia

Uff, excelente y sentido poema!!!

"Todavía le cuelga dolorido,
ese brazo que ya no abraza,
ni tiene fuerzas para evitar el golpe .
Mira el teléfono sin verlo,
mientras el reloj sigue marcando"

Critica: 
mabel escribano

Muchas gracias por su amable lectura, querida Lucía.

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