EL DESORDEN

EL DESORDEN

He desordenado el armario de mi vida,
lo he sacado todo,
-no sé muy bien para qué-
y lo he puesto sobre la cama de mi conciencia.
Curiosamente, no me sirve casi nada.
El espejo me mira sonriendo,
y yo le devuelvo la sonrisa.
No me da miedo verme como soy,
no me asusta mi imagen, marcada por el tiempo,
ni mis miserias a las que tuteo normalmente.
O mi conciencia se ha estrechado,
o han crecido mis defectos.
Tengo una montaña de cosas imposibles,
de objetos en desuso.
Intenciones que eran buenas,
pero claro, no las llevé a cabo.
De estrecheces sin sentido,
teniendo en cuenta lo poco estrecha que yo soy.
Me molesta el desorden excesivo,
tanto como el orden compulsivo.
Sólo soy extremada en algunas intimidades,
que a nadie interesan.
¿Y que hago yo ahora?
¿Dónde meto todo esto?
Para la desorientación no tengo contenedores,
para las buenas ideas sin realizar, tampoco,
para los defectos sin subsanar, menos.
Jazz -mi gato-
juega a esconderse entre los montones de,
mis problemas no resueltos.
¡Lastima que yo no sepa jugar con ellos
a las escondidas!
Siempre me encuentro y pago.

mabel escribano
d.r.
imagen: Loui Jover

Comentarios & Opiniones

Silvia

Excelente ! Precioso! Mabel te felicito mucho! Saludos cordiales y beso feliz día!

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