DOLOR

DOLOR

Se acomoda el dolor donde puede.
Busca la esquina en el lugar que el viento,
dobla el pañuelo de la herida y espera.
Nada sangra hacia afuera,
ni delata el sufrimiento.
Se aprende con el tiempo a tragar las penas,
aunque la fuente no tenga agua,
ni te ofrezcan un vaso medio lleno de ternura.
Se nos aferra el dolor al cuello y pica,
como una bufanda de mala calidad.
Sufrimos en silencio,
mientras la lágrima corre hacia el suelo,
y la vemos caer sin darle importancia.

mabel escribano
d.r.
imagen: Roger Bordeau