CONOCIMIENTO

CONOCIMIENTO

Te supe siempre,
y me entregué como se entrega,
el magma del volcán,
de dentro hacia fuera.
Te supe y te hice memoria,
te toqué y fué una entrega,
sin esperar la firma de quien recibe.
No dejé ningún color,
para pintar el cuadro de mi amor por ti,
ni mi deseo por tu cuerpo.
Y supe, crear el lienzo más hermoso.
El blanco de mi olvidada inocencia,
el oscuro del pensamiento más íntimo,
el más procaz de ellos, vestido de rojo.
Alcé la entrega sobre la cabeza de la vida,
y el mundo se me hizo estrecho para el abrazo.
Ni el mar fué grande comparado contigo,
ni la montaña cuesta arriba,
tampoco la nieve de tu ausencia,
fué capaz de quemar mi querencia.
Te supe siempre,
y me entregué como se entrega,
la flor a la abeja que, recoge su néctar y su polen,
libando cuanto tiene, dejando que haga la miel,
esa que dulcemente, ella deja en el panal
y tú dejarás cualquier día en mi boca.

mabel escribano
d.r.
imagen: google