COLLAR DE ABALORIOS

COLLAR DE ABALORIOS

Una se queda con la boca abierta,
con la estupidez puesta,
como un pesado collar de abalorios,
sin otro valor que el de su propia pesadez.
Se reincide en la credulidad,
de que nos hicieron daño por descuido,
pero son tan reiterados,
que hasta los niños usan y abusan,
siguiendo la senda de los adultos.
Una cierra la boca,
prepara el insulto y luego calla,
mientras se dá la vuelta tirando al suelo
el collar de abalorios que se deshace,
y como jugando a las canicas,
bola a bola, van cayendo en la cloaca
de las fauces abiertas de aquellos,
que nos hirieron y ahora nos miran
asombrados.

mabel escribano
d.r.
imagen: MARINA PALAZZOLO

Comentarios & Opiniones

El Relojero

Oh, que poema.
Como los grandes de la literatura.
Espectacular.

Critica: 
mabel escribano

El Relojero, muchas gracias por su amable comentario.

Critica: