BORRACHO

BORRACHO
Se tambalea
despeinado su amor
desabrochado el orgullo
se tambalea entre el alcohol
y ese duelo con plañideras
retahíla de consejos dados
de advertencias
de reproches sin consuelo.
Se tambalea borracho
sobre las calles que se ondulan
haciéndole perder el equilibrio
de unos pies que han dejado de tener
dirección al descorchar la noche.
Y cae sobre adoquines
desesperanzados
sobre historias viejas
que revive como si el dolor
se pudiese paliar
con pasados de dulces miradas
que perdieron la miel
en el camino de la convivencia.
Se tambalea
tomando la pared
como por asalto
con los brazos abiertos
simulando sin pretenderlo
un Cristo ridículo
sin otra cruz que
los murmullos de la gente
sin otro Gólgota que
el “¿qué dirán?”.
Y vomita el miedo
a la soledad
sin ver que ya estaba solo
cuando mirando
no vio
cuando oyó
en lugar de escuchar
olvidando besar el plural
que nunca tuvo
para sus ojos.

Mabel Escribano
Derecho Reservados