AUSENTES
poema de mabel escribano
AUSENTES
Un viento liviano, casi imperceptible,
levantó el visillo del mechón de su pelo,
que impedía apreciar el azul de sus ojos.
El océano de sus pupilas,
se desbordaba en un llanto de silencios.
Sentada en el banco,
aquella anciana miraba la nada,
en busca de los ausentes.
mabel escribano
d.r.
imagen: Titanic
Comentarios & Opiniones
Que precioso, que manera de abarcar esos pensamientos que se reflejan en los ojos de las personas mayores, esa añoranza por los ausentes; eres genial, no tengo otra palabra, abrazos.