Amanecer

Soledad poblada de ti,
En cantos tendiendo de ramas
Y en ramas pendientes de sol.

Hoy contemplé el ardor de un nacimiento.
Como la lejanía paría la luz
Y como su fuente se rompía y mojaba poco a poco
Todo el lienzo infinito del salón de partos.

E inundé mis pupilas de sol, las inundé de ti,
De gusanos de fuego que consumían las nubes
Y del calor apasionado que avergonzaba al rocío matutino.

Busqué encontrar algo
Y encontré que Él me buscaba.
No conocía la luz y ya la luna
Me gritaba el reflejo de ella.

¡Te vi bajo la higuera!
Esa planta en tierra.
¡Qué sorpresa me da esta frase!
Y qué dulzura el comprenderla.

En la tierra, en la tierra, en la tierra.
Haciendo lo mío, hablando lo propio,
Buscando lo obvio, preparándome y preparado.
Seguidor y llamado, buscándote, deseándote.

¡Cuánto preludio de luz!
¡Cómo quiero bañarme en ella!
Desnudo de nubarrones
Y encendido de mi historia.