Todos tenemos nuestro talón de Aquiles

Todos tenemos nuestro talón de Aquiles, todos tenemos nuestro punto vulnerable esa debilidad que te convierte en un estropajo.
Podemos fingir podemos aliviar momentáneamente ese dolor, nos decimos escuchamos: el tiempo cura toda agonía. Sin embargo, sabes que eso no sucederá al final siempre quedarán esas cenizas que queman aún más… puede ser el inicio del fin.

Una pérdida de un amigo, de una mascota y "Dios" no lo quiera de un familiar muy querido. Simplemente te vuelve la nada.

Hay dolor afuera.
Hay dolor adentro.
Intenta contener el dolor en un vaso de licor.

Sigue buscando el camino para salir de todo esto, de despejar tu mente de volver a sonreír sin lágrimas
todo se nubla a mi alrededor, mis lagrimas producen la lluvia que no cesan
los días se han vuelto monotonía y en cada paso retrocedo más.
Si las piedras también se rompen ¿Por qué yo no?…

Todos tenemos nuestro talón de Aquiles, todos somos simples débiles humanos.

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