Motivación

Debo admitirlo, sí,
me siento sola.
Oigo a lo lejos voces, veces, besos;
tengo esta idea firme en la cabeza,
y sin embargo intento deshacerme
de tanta historia que me causa estar ausente.
Creo en la vida y vivo de repente.
Sigo teniendo en cuenta esas palabras.
Si no corriera el tiempo tan a prisa
podría hacer escala en la empinada
cuesta que deriva a tus sentidos,
para ver con tus ojos,
sentir con tus oídos,
pronunciar mi nombre con tus labios,
y a la vez escucharlo y disfrutarlo,
y retener toda la magia que provoca…
Me voy de tema, sé,
aún me siento sola.
Pero tu imagen resulta buen pretexto
para no dar lugar al pesimismo,
para no desvariar en el recuerdo,
para ponerle alas al futuro,
y dejarlo que vuele y vaya lejos
y se pierda en excusas
y se inunde de encantos
y reaparezca en acontecimientos.
…
Perdón por usarte de motivación
(Los ecos de tu voz mis prudencias asolan)

Ya me volvió el humor
(Confieso que sueles tener ese efecto)

Oigo voces, pero no a lo lejos
(Definitivamente no estoy sola)