Vivir no es fácil.

Y sigo andando la vida, acumulando experiencias,
cada día es de asombro y asimilar cosas nuevas,
yo tengo un cofre en mi mente más nunca está cerrado
es como un diccionario que a todas partes lo llevas.
Viví y sigo viviendo infortunios y alegrías,
todo está balanceado en el cosmos que me abriga,
hay pesos que se padecen, cargados sobre tu espalda
y hay seres dulces y buenos que alivian esa fatiga.
A veces nosotros mismos provocamos, los problemas,
Dios nos envía otros por su propia decisión,
¿cómo afrontar estas cargas que nos presenta la vida?
pidiéndole a Él la guía, no queda otra elección.
Muchas veces me quejé de esa prueba que llegaba,
Y a la vez me preguntaba: ¿acaso la merecí?;
con el tiempo comprendí que todo sucede por algo
Y esa prueba fue un viaducto por la que luego me redimí.
Hay que continuar el viaje, todos llevamos maletas,
algunas son muy livianas, tú mismo las transportarás,
más si nos toca la otra, la que arquea nuestro cuerpo,
golpea la puerta del cielo y Dios te la cargará.