La forma en la que te recuerdo

Tal vez mi cabeza trato de sacarte
pero eternamente volvés siempre,
junto a vos bellas sensaciones
olores fuerte e ilustres imágenes.

Tiempo al tiempo pero en ningún
momento dejaste de seguir ahí,
ahí latente y constante pulsando
por llegar a la luz de mi conciencia
y mis deseos.

Volviendo a vos siento que florezco
pero me tocas y me marchito,
lentamente mis pétalos caen hacia
tu dulce anhelo que destruye todo
lo que antes creía infinito.

Combustiona lentamente tu cuerpo
tu escencia recorre mis pulmones
llenándolos de dulce muerte,
como me gusta sentir que me estoy muriendo
como me gusta sentir que me estás matando.
Desearía que poder probarte
no me hiciera tanto daño,
y pueda degustarte hasta
el día de mi entierro.

Tu olor se pega a mi ropa
como el perfume más caro.
Si por mí fuera vivirías
alojado entre mis labios,
acompañando mis comidas
y juntos a mis mejores
compañeros.

Estuviste en todos mis momentos,
cuando la soledad anclaba en mi puerto
siempre podía contar con tu presencia.
Mientras la tristeza mis fuerzas
drenaba,
te encendía y sentía que me
devolvías el alma al cuerpo.
Embriagado de alegrías
supiste ser una excelente
compañía.

De vos decidí alejarme por siempre
por favor no me odies,
sos tan nocivo para mí y el resto,
siempre lo malo es lo que más me atrae
por eso te mantuve en mi vida un tiempo.

No ignoro lo que juntos atravesamos
sino que lo atesoro eternamente,
pero ahora debo mirarte a lo lejos
pues si quiero preservarme,
solo me queda volver a vos
en el recuerdo.