Ella

Siempre imaginé la tersura de su piel.
El aroma suave que habita entre sus montañas.
El murmullo de su voz
cuando de mi boca se adueñara.

Soñé con el vaivén de nuestros cuerpos similares. Pero encajando perfecto.
Así como nuestras almas bailando sin miedo.

Amé cuando sus manos
recorrieron sin tregua mi cuerpo,
Tan erótica tan celestial
tan mía.

Entregué en sus caricias
los miedos y resurgieron los deseos.
Ha sido lo mejor
mi sexo ha sido amado sin peros.

Amé la realidad en su cuerpo,
dejamos los miedos entre las prendas.
Solo quedó la desnudez
de nuestras pieles.
En aquellas sábanas blancas,
entre ellas la promesa
de ser siempre una de la otra.

Ya no tuve que imaginar.
Viví un amor sin caretas.
Un fuego sin miedo.
Una noche de entrega.

Tinta Erótica
Derechos Reservados
México 2021