Corazón

Corazón, anhelo llevarte donde estés; sembrando silenciosamente los vocablos emanados del interior del ser. Calma los pensamientos arrojados al abismo llegados al anochecer, suspirando tu ausencia al encontrarte en mi alucinación, al abrir los luceros radiantes que tu rostro contemplaba, mi corazón llora por ti. Un rayo de luz clarea mi alcoba, acompañando la brisa fresca arrojando tu aroma en mi lecho. Desemboca tu dulzura en mi ser penetrando cada pensamiento de mi alma; pues aún sigue con la esperanza de volverte a mirar.