Amor Bonito

Esos que saben a dulce, sin empalagar.
Esos que te quitan el aire para suspirar, así es, mi amor bonito.
Dicen que el amor es ciego, y créame que no han mentido. Si no lo hubiera vivido, mentiroso le diría aquel ser.
Pero es el amor tan ciego porque no queremos ver.
No queremos ver sus errores, sus desaciertos ni temores, nos enamoramos sin saber por qué.
Es una chispa de fuego, una sustancia, un manjar que brota sobre mi piel, para él, para él y solo para él.
Para ese amor bonito que no me amó ni se dejó querer.
Para ese amor bonito, que nunca quiso estar, nunca quiso volver.
Nunca recibirá mi dulzura y no sabrá atesorar momentos, que más que joyas son ungüentos para sanar al sediento ser.
¿Me haces bien, me dijo?
Corazón mío
Y eso nunca lo olvidaré.
Él no conoce mi ternura, esa que se convierte en locura acostada en un telar.
No quiso tejer los colores
No quiso darme su chal
No quiso saber armar un rompecabezas de estrellas, que espera que solo le pida un deseo, para cumplirlo o morir envuelto en sus cabellos.
Si supiera, mi amor bonito, que el orgullo puede matar, que su genio es el cautivo de no dejarlo ganar.
Su sonrisa suena a venganza
Su mirada no puede matar
Su mirada solo enamora a quien él quiere mirar.
Yo lo miré esa noche y nunca más lo pude olvidar.
Si leyera mis letras talvez correría a mí encuentro,pero se que su corazón buscó otros anhelos donde poder continuar.
¿Qué pasó, mi amor bonito, dónde te has ido y a dónde vas?
confundí los caminos
Confundí los destinos y todo salió mal.
Se portó como no lo quiero recordar
Prefiero quedarme con todo lo bueno que solo el amor puede esperar.

Yo, ya lo sabía, pero nunca lo quise mirar.
Yo, ya lo temía, pero pensaba que el amor podía más.
Hubieras sido ese abrigo, hubieras sido ese amigo que siempre me quiere escuchar.
Me enamoré de un amor bonito que cabía en mi pecho nada más, donde mis gigantes gemelas lo ansiaban
Le gritaban: ven A mí al más allá.
Las caricias quedaron en el alma y en mis anchas caderas que nunca quiso visitar.
Sus caricias se anclaron en los insaciables momentos de mi imaginación, mordiendo sus labios, tocando sus bellos, acariciando su barba y tal vez tocando
su enorme pecho para que me lleve un poquito más, más allá de mi lumbrera sin poder hablar.

Me enamoré de un amor bonito, de un extraordinario cuento de princesas.
La verdad eran mis versos y mis noches placenteras viajando por los finos caminos del placer. El placer del pensamiento, del sentimiento y del porqué, él no sabe que lo amo, que en él encontré la ternura y delicadeza que buscan las flores para dar su polen sabiendo que pueden morir.
Si supiera que él es mi deseo, él es mi todo y nada, todo por qué le di lo que podía, mis detalles, mis risas mi alma y mi ansiedad ,nada porque comprendí que era mi fantasía y nada más.
Nunca sabrá que vive en mí
Que me inspira
Y que está niña lo admira como un principe en altamar.