II:Infierno

poema de Julio

¿Cuánto tiempo ha pasado?
¿Dónde estoy?
¿Qué es este calor, que de la tierra emana?
¿Qué día es hoy?
Preguntaba mi cabeza alborotada.

Me levanté con dificultad,
Luchando contra los dolores que sentía.
A la par, mil voces reían,
Al son de mi desgracia,
Mas la broma yo no entendía.

En el reflejo del río negro,
En el cual me fui a asomar,
Vi proyectados, restos de un pasado.
Pasado que nunca podría haber olvidado,
Por mucho que me negase a recordar.

Fotogramas de momentos sepultados,
Bajo toneladas de negación.
Estaban conservados a la perfección,
Como si estuviesen bañados en ámbar,
Donde el tiempo no los puede tocar.

Entonces me vi.

Ahí estaba yo, tierno infante.
El profesor delante, recitaba la lección.
En ese preciso instante, pregunta una cuestión,
La cual no puedo responder.
Dado que un problema en la visión, no me deja ver.

No lo pudo entender
O ni lo intentó.
Exposición pública,
Casi una rúbrica,
De esta humillación.

Esta imagen se desvaneció,
Dando lugar a la siguiente.
Un lugar lleno de gente,
Entre la gente yo,
Mas ausente.

Caminaba distraído, en mis asuntos, como siempre.
De repente, una voz me gritó.
Parecía venir del frente, al menos del frente se oyó.
Miré, despertando de mis ensoñaciones,
Y sin más avisos o opciones, alguien en mi cara escupió.

Así, de la nada.
No hubo motivos,
Tampoco provocación.
Pero más que el gargajo,
Lo que me mantiene con la cabeza abajo, es que todo el mundo rió.

Deje de mirar al río y grité:

¿Qué es este sitio?
¿Por qué mi torturar?
¿Es divertido mi sufrir?
¿Os sabe dulce mi llorar?
¡Responded!

Esto es el final;
Anunció una voz poderosa.
Donde mueren todas las cosas.
Aquél lugar, donde todos los que entran,
Saben que deben dejar su esperanza atrás.

Hades.
Averno.
La unión de círculos.
El sufrimiento eterno.
En parcas palabras, Infierno.

Así que escucha y atesora,
Las enseñanzas que vas a recibir.
Pues es bien sabido,
Que nunca se olvida lo aprendido,
Si se aprende a través del sufrir.

Viaje, entonces, a mil lugares distintos.
Note como mi piel se retorcía.
Mis huesos se destrozaban.
Mi cabeza estallaba.
Y todo dolía, como nunca había dolido.

¿Segundos o años?
No lo sé.
¿La cantidad de daño?
No lo conté
Pero ya no era el mismo.

Cuando todo acabó,
Me sentí aliviado.
Me sentí más ligero,
Absolutamente liviano
Mi cuerpo flotó.

Comentarios & Opiniones

María Ángel Russo

Dramática forma de describir un paisaje interior que se dejó atrás, una muerte -quizás-. Una de tantas que muestra sus entrañas al paso del peregrino.
Un abrazo, poeta

Critica: 
Lorena Rioseco Palacios

Carrusel de emociones en un transitar brumoso, miles de estrellas querido poeta y un cálido abrazo!!!

Critica: 
Joelfortunato

Buenas letras con especial énfasis sentimental. Gracias por compartir y también por sus comentarios y respuestas de gran cortesía. Reciba mi respeto y amistad.

Critica: